Cuando los años desbordan nuestras vidas
cuando los viento del otoño se olvidan
las hojas que cayeron de aquel árbol,
los pájaros que allí vivían,
todo ello, en un día, una hora, un minuto,
un segundo, se han deshecho.
Al son de las olas jugueteábamos, riendo,
en la playa del destino solitario, un mendigo
con su sombra también extinta
su voz despedía frases de amor muerto.
El cementerio cerca de los vivos,
clamando su cariño, sus inquilinos.
Las flores que dejaron ayer, antes de ayer,
hace un año, dos años o muchos,
también han caído, y el viento hace bailar,
a sus pétalos y sus hojas secas,
mientras que alguien hace caer sus lágrimas
en la tierra, la morada de su ser perdido.
Más en la noche, es aun más desolado,
cada momento me desanima a seguir muerto,
dónde están mis mujeres, que me querían,
dónde mis hijos a los que todo daba,
dónde, dónde los amigos de juerga,
todos se han ido, un cadáver eso soy,
ni un recuerdo, ni una oración...
Pero, yo los amaba y ellos no lo sé, me amaban?
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