La miraba con la emoción de una paloma que a tres, dos o a un paso levanta vuelo por el instinto a ser destruida, y solo nos separaba un metro o talvez menos de su mirada, pero ella no me mira, yo la observo en cada movimiento, que gracia, que elegancia, que perfección, es acaso una diosa del Olimpo o un ángel del cielo, ángel bueno, y al rozar mi ropa con su cuerpo, empiezo a temblar, zumba en mis oídos su voz que no escucho, son los tambores del corazón que anuncian su presencia, me muevo de un lugar a otro y la miro de reojo, ella parece seguir mis actos, uno a uno, me pongo nervioso de alegría por que se fija en mi, pero de repente la miro y ella con su pelo azul y su cara cubierta de escarcha, recostada en la pared se hace la desentendida y parece levantar la vista, me hace bajar la mirada, la amo, que hermosa, y empiezo a soñar con ella cada noche, la escucho decirme que también me ama, pero solo soy yo mismo…
Al atardecer voy a verla de nuevo, entonces me perfumo, me acicalo cuidadosamente para oler bien y atraer a la musa adorada, me lleno de perfume y de emoción, con una gran dotación de valor, por que ahora si le diré con todas mis fuerzas que sin ella no soy nada, es el amor la vida, al dirigirme a verla hago planes de lo que le propondré, a donde ir, que visitar, pasear talvez por el parque o sentarnos a ver pasar la gente, los pájaros volar, a los niños jugar o a las hojas de los árboles moverse por acción del suave viento, pero al estar frente a ella el silencio se adueña de mi ser, el sentido de la palabra y la capacidad de razonar desaparecen, solo la miro y le sonrió, ella con sus ojos rasgados por la pintura, arte que la hace mas hermosa aun, azules son sus párpados y sus pestañas, mas su mirada es clara como el agua, llena de ternura y energía, parecen llamarme con su silencio también, su boca parece una flor y sus labios sus pétalos, teñidos de sensualidad con un aroma que no logro reconocer pero es agradable a mi sentir, me muevo nuevamente delante de ella esperando su atención, una sonrisa quizás, pero no, a la gente la veo acercarse a mi musa, a jóvenes como yo también, entonces me pregunto porque me ha hechizado con su belleza, porque el resto no percibe lo que mis sentidos y el corazón perciben, será por el amor que siento hacia ella y el que ella siente hacia mí?. Con esa incógnita vuelvo a las calles miro por todos lados me siento un extraño entre tanta gente y busco entre ellos a mi amada sin hallarla, mañana volveré.
Le hablo a mis amigos de mi gran amor, a las hojas blancas las lleno de sentir con poemas cortos llenos de lágrimas y emoción que como letras y palabras fluyen así, tal médium entre el alma y la realidad , yo poeta?, que barbaridad pensar así, si nunca hice nada parecido, que me esta pasando acaso enferme, es esto amor, un frenesí como oasis en la soledad, un grito de esperanza para esta criatura que sin saber de aquello da nacimiento al amor, ella se muestra en mi mente y ensayo que decir, tu mirada azul, tu reflejo, mi palomita cuculí eres mi felicidad, la luz del camino llamado destino junto a ti, entonces me duermo placidamente.
Voy a verla, y no la encuentro, como preguntar por ella sino se su nombre, preguntare por la mas bella de la exposición, el autor del retrato o la autora quizás, ya no hay nadie la he perdido, y ese oasis de ternura se desvaneció, estoy en el desierto de la soledad un amor que se fue, prefiero no haber soñado con ella porque ahora mayor es el sufrir.
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